Bueno, este desde luego es un tema curioso. Muchos creerán que, dadas mis opiniones "racionalistas", sostendré que el hombre no es ni puede ser libre. Digamos que es medianamente correcto, lo sostengo. Sin embargo, me he topado con la curiosa y divertida idea de que el hombre, en realidad, es simultánea y absolutamente libre y condicionado.
¿Cómo es esto posible? Bueno, primero de todo, para mi el ser humano, todo lo que pueda ser su capacidad de decisión, reside en su cerebro. Cerebro que, recordemos, se forma única y exclusivamente a partir de factores externos, independientes al hombre (incluyendo aquí los factores genéticos, mal que me pese considerarlos como algo realmente importante en el desarrollo de la mente, ya que dudo del peso que pueden tener). Lo cual, significa, claro está, que nada de lo que piensa el hombre se puede considerar como "proveniente" de él mismo.
Aquí vendría la típica discusión sobre la definición de idea, y sobre si se pueden considerar como propias de un sujeto concreto. Me da exactamente igual la definición. Es lo que sucede cuando te basas en ideas y sus relaciones, que aunque te cambien el nombre, puedes mantener perfectamente la coherencia. Como decía, me da igual que consideres a ese hombre concreto como generador de la idea, o como mero receptáculo. Supone un centro de información, donde se ha formado por síntesis una idea compuesta. Compuesta a partir de ideas preexistentes, por supuesto. Me vale con eso.
Por tanto, pudiéramos decir, el hombre no es libre. Depende de las ideas que le influyeron durante toda su vida, sumadas a las que le interfieran durante la propia decisión, para elegir o juzgar.
Sin embargo, hay un detalle tonto que no debería ser ignorado. El hecho de que, para tomar esta decisión, el hombre se basa en todo su ser, por muy prestado que esté. Cualquier idea que le influya, ha de pasar primero por su mente para influirle, entrando a formar parte de su propia consciencia. Y claro, aquí viene lo divertido: si solo se basa en ideas provenientes de su ser, entonces es absolutamente libre. Porque cada idea que tenga en cuenta, que le influya, pasa automáticamente a formar parte de sí mismo.
Vaya, bonita contradicción. Aparente, eso sí, como de costumbre. Ambas sentencias están bien, ya que dependen de la propia definición de hombre. En principio, sosteniendo que podemos definir a hombre como ese conjunto de ideas, diremos que es libre, en cuanto a que toma decisiones independientes (basadas en el mismo), y condicionado, en cuanto a que su yo mismo, el yo que elige, es un yo formado por condicionamiento continuo.
Sea como sea, todo esto no son sino bonitos malabarismos lingüísticos sobre una palabra, libertad, en su misma raíz inútil y vacía. Curioso, de todas maneras, digno de una cierta reflexión
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