12/8/12

Sueños e inconsciente

Existen muchos mitos acerca del inconsciente, y de su relación con los sueños. De la manera en que esta "segunda mente" se comunica con la conciencia.

Para empezar, dudo mucho que exista una "segunda mente". Por lo que sabemos, hay una serie de procesos, individuales e inconexos, independientes de la parte consciente de la mente, que se producen en nuestro cerebro. Respiramos, y una zona del cerebro se ocupa de ellos. Parpadeamos, y otra parte lo hace. Almacenamos contenidos en la memoria, y no es la mente consciente quien se ocupa de hacerlo.

Pero, caballeros, eso no significa que estas partes sean una mente independiente, ni que se confabule para comunicarse con nosotros, ni que sea la especie de supergenio que se suele pintar.

Específicamente, la interpretación de sueños (basada en esta hipótesis), me resulta absurda. La hipótesis científica comenta la probable utilidad de los sueños como método para grabar en memoria recuerdos que aún residen en las memorias a corto y medio plazo. Las zonas del cerebro que se ocupan de la temporalidad se desactivan, parece ser, durante el sueño, lo que encaja en esta hipótesis (nos libera de la necesidad de soñar "en vivo", y nos permite ir saltando solo entre escenas y contenidos dignos de ser almacenados). Esto, a su vez, tiene sentido si recordamos la técnica más utilizada para lograr sueños lúcidos (mirar el reloj, que no será capaz de mantener en el sueño una hora consistente).

Desde mi experiencia, por último, he observado que, si me despierto sobre las 3 o las 4 de la madrugada, el sueño que recuerdo corresponde perfectamente con recuerdos de aproximadamente 2 o 3 días atrás (varios de ellos mezclados, a decir verdad). El último sueño de la noche, en cambio, suele corresponder con recuerdos de ese mismo día. Todo esto cuadra bien con la teoría de la simple confirmación de recuerdos, recorriendo el cerebro todo el espectro de recuerdos a manejar en sucesión temporal y tratándolos uno tras otro. Obviamente, si aquello a recordar es algo traumático, capaz de producirnos una pesadilla, nos despertaríamos en distintos momentos de varias noches consecutivas, creando el efecto de un sueño recurrente.

9/8/12

Imaginación

Poder imaginar cosas que no existen es una gran capacidad del ser humano. Ponernos en situaciones nunca vividas nos permite tener experiencias y conocernos a nosotros mismos, incluso cuando estamos encerrados entre cuatro paredes.

Sin embargo, debemos plantearnos una cuestión. Parte de esa potencia de la imaginación viene directamente de crear situaciones que no han sucedido,  pero que podrían suceder. Porque, si de algo nos sirve en la vida la imaginación, es para simular la realidad: no para crear fantasía.

Mi voto, desde una vida que intento sea lo más racional posible, es para la imaginación, no para la fantasía.

No es lo mismo imaginar que inventar, ni lo mismo vivir que soñar.