12/5/12

Conocimiento Innato

Sorprendentemente, parece ser que el concepto de ideas innatas sí que se corresponde con la realidad. Según un estudio, se confirma que la manera en la que ciertos grupos de neuronas se relacionan puede ser independiente de lo vivido (codificada en el ADN, se debería entender).

http://actu.epfl.ch/news/new-evidence-for-innate-knowledge-5/

Las ideas que he expuesto en este blog siempre han partido, como una de sus bases, del no innatismo del conocimiento humano: de la habilidad de la sociedad para codificar y construir nuestra mente. Con este descubrimiento, hay que replantearse y comprobar que lo expuesto siga vigente, y no quede refutado.



Lo primero, debemos confirmar que la hipótesis antigua sea coherente (compatible) con la nueva: parece razonable, a la vista de la experiencia personal, sostener la extrema influencia de la sociedad en, al menos, la mayor parte de las ideas complejas, pudiendo quedar las bases de ciertas ideas (las piezas con las que se construyen) a cargo de estas agrupaciones preestablecidas de neuronas.

Después, debemos confirmar que la variación no afecte a lo tratado. Hemos hablado, habitualmente, de comportamientos complejos (amor a escala de constructo social, jerarquías políticas, etc.), aceptando desde el principio la posibilidad de un cierto componente "intrínseco" a la biología humana. Hasta el momento lo visualizábamos como química, ahora se correspondería con una parte de la estructuración del cerebro, pero sería la misma influencia.

Por último, debemos revisar que no afecte a nuestros objetivos. Trabajamos por un mundo donde se imponga la razón, reduciendo o eliminando los comportamientos que superan lo biológico pero no aceptan las leyes del conocimiento racional. Con las ideas innatas, deberemos aceptar que, hasta cierto punto, la manera de entender el mundo físico y parte del comportamiento humano básico son parte de la biología, inmutable mediante la simple educación. Sin embargo, nunca planteamos variar el conocimiento a este nivel.

De esta manera, se mantiene la ideología propuesta como válida (aunque no necesariamente cierta).

Me gustaría añadir que, con este nuevo descubrimiento, la posibilidad de construir una sociedad que no influya en el conocimiento de sus miembros (educación basada en la ciencia, y no en las emociones) adquiere un nuevo interés. No solo podría eliminar los "errores de la sociedad" y generar una nueva humanidad capaz de colaborar en vez de competir, sino que nos permitiría ser conscientes de hasta que punto, en realidad, somos producto de nuestros genes.

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