28/8/11

Poesía

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El mundo se empeña en esconder la verdad. ¿Cuántas veces hemos visto a los grandes sabios (de la ficción) hablar con palabras rimbombantes y complejas, con enigmas y acertijos, tan solo para transmitir una supuesta verdad mucho más simple?

Me pregunto yo: ¿acaso es la verdad más verdad por ser más difícil de obtenerse? ¿Acaso sirve para dar veracidad y autoridad a la simple mentira? ¿Acaso se emplea para mantener y justificar la superioridad de los "sabios"? ¿Acaso sirve para ganar tiempo y no mostrarse ignorante, en realidad?

Debemos hacer un esfuerzo en hablar claramente, sin artificios ni poesías. Porque somos seres de ideas, y debemos transmitirlas correctamente, en su forma pura, con eficiencia. Porque precisamente cuando habla un sabio, es para enseñar, y la mejor manera de enseñar es explicar y aclarar, no crear más enigmas inútiles.

Ésta es la cultura de la pregunta, de los hijos de la religión, de aquéllos que creaban preguntas innecesarias y redundantes, sin dar nunca la respuesta. No se confundan, eso NO es la filosofía. La filosofía es el ser más sabio, es el arte de preguntar lo necesario y responderlo con verdad, de conocer el mundo y a uno mismo como parte de éste. El arte de encontrar las preguntas y responderlas, no de crearlas.

Seamos sabios, hablemos claro.

8 comentarios:

  1. Para lo que dices, haría falta un ente perfecto que tuviera todas las respuestas. O varios varias respuestas, pero resulta que hay cosas a las que aún no se ha encontrado respuesta a través de la lógica o la ciencia y que, por cierto, lo más seguro es que eso no cambie nunca. Hacer preguntarse las cosas a un alumno es mucho más eficiente que darle las respuestas. Cuando es el sujeto que aprende el que investiga y observa, está aprendiendo. De lo contrario, estará siendo adoctrinado. Tu método de filosofía es realmente bastante medieval.

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  2. @Anónimo:

    ¿Entonces cada persona que se enfrenta al mundo debería volver a pensarlo todo? ¿No podemos aprovechar lo que otros ya saben? Se supone que lo primero que deberías aprender es a aprender, a distinguir entre la verdad útil y la creencia del que enseña.

    Todos somos partes de la misma humanidad, y estamos juntos en este barco. Deberíamos trabajar juntos y confiar unos en otros para avanzar. Aquellos que saben deberían enseñar, una vez estén seguros de la veracidad de lo que saben. Aquellos que aprenden deberían saber discriminar.

    Son muchas cosas juntas, sí. Pero hacer preguntas es solo una manera de adoctrinar más compleja, rebuscada, y que nos hace perder el tiempo. ¿Si nadie te pregunta por dios, acaso, te harás tú mismo la pregunta?

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  3. Greezael, como bien ha dicho Anónimo, uno debe aprender a construir su propio conocimiento. He leído en profundidad tu blog y te doy la razón en varios de tus argumentos, pero no en otros.
    El problema es que ''la gente que sabe'' no siempre cumple con ese requisito tal y como muchos piensan, o, simplemente, se producen discrepancias graves entre estos sabios magistrales que tú nombras. De hecho, tus propios artículos indican que crees formar parte de esa élite, tan solo porque según tu criterio, eres superior al resto. Es pasarse un poco de vanidoso, con perdón.

    Hay cosas que se pueden tratar como verdad universal, puesto que aunque la ciencia es imperfecta, nos lleva a realidades prácticamente completas. Pero hay otras que no pueden catalogarse como tal.
    E incluso pudiéndolo hacer, su propia interpretación y la actuación que debemos mostrar al respecto no responde a una única solución.

    Hablas repetidas veces de eliminar los sentimientos, porque son ideas que catalogas como deformaciones causadas por el ser humano que modifican su conducta. Pero no necesariamente esto es una influencia negativa. No se si se puede llegar a vivir como un autómata pensador ( desde luego si lo consigues me gustaría ir a ver el resultado, aunque dudo que sea posible ), pero lo que si sé es que las emociones, sean o no intrínsecas en el ser humano, son una mezcla clara de nuestra imperfección, que jamás debemos rechazar.

    Para ser feliz, uno tiene que sentir, no razonar.

    Y aunque es cierto que muchos pseudo-sabios utilizan juegos de palabras para ocultar que no saben la verdad que presumen predicar, también
    es cierto lo dicho por anónimo, a veces es mejor que cada uno descubra su propia verdad, en vez de intentar imponer un dogma.

    Porque en algunos casos ( SÓLO EN ALGUNOS CASOS ), estos dogmas pueden ser ciertos, pero si dejamos que un grupo de elitistas nos los marquen a fuego, dejaremos también que marquen en nosotros su subjetividad y su forma personal de reaccionar ante esos dogmas, cosa NADA, NADA buena.

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  4. @Pensador:

    De nuevo gracias por el comentario, la verdad es que aprecio mucho que halla gente que se tome la molestia de leer y decidir. Gracias.

    Primero, me considero parcialmente en esa "élite". Sencillamente porque, en el momento actual, he encontrado a muy pocos que parezcan responder a esa definición, y yo me he esforzado en encajar en ella. Pero mi mayor deseo es conocer a gente que me dé mil patadas y poder aprender de ellos. O propiciar la aparición de esa gente, si está en mi mano.

    Sobre los dogmas, lo que quiero decir no es que la gente no deba buscar su propia verdad. Simplemente, que aquel que sabe, o cree saber, debería poner sobre la mesa claramente sus creencias y argumentos. Y la gente debería aprender a diferenciar, distinguir y decidir por si mismos. Pero con todas las cartas sobre la mesa, con una discusión plenamente abierta. Es la manera de que aprendan tanto el maestro como el alumno, a la vez. De que avancemos todos al mismo tiempo.

    Los sentimientos, sencillamente no creo que debamos dejarnos dirigir por ellos. En el pasado tuvieron una utilidad clara, hoy día... Deberíamos estar reparados para soltar nuestro potencial racional, para demostrarle al mundo que merecemos vivir, que somos la especie ganadora. La felicidad es una idea. Y podemos educar a nuestros hijos para que la hallen en la sabiduría, o para que tengan que pasar por todo el circo actual. Una de las opciones, además, nos garantizaría (probablemente), una supervivencia posterior. La otra ya nos está matando.

    El problema de hoy día, creo yo, es que con esa "educación de la pregunta", creemos que ya no estamos influyendo a la gente. Y, muchas veces, es exactamente al revés. Formular preguntas que no influyan es realmente difícil. Poner argumentos en claro es una forma simple de demostrar una idea, o de darse cuenta uno mismo del error. En ciencia ya se suele utilizar, me gustaría verlo en otras materias.

    Debo decir también, que en realidad este tipo de educación ya se va viendo en el mundo. Las artes, en su educación "indirecta", son los pocos remansos de educación "maestro-pregunta-alumno". La educación actual se va esforzando, por suerte, en enseñar solo lo que tiene por seguro, con las razones que lo respaldan.

    Gracias.

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  5. Después de tu aclaración veo más lógicas algunas cosas de las que dices.

    Sobre el tema de los sentimientos, te contestaré en la otra entrada en la que te he comentado, para no solapar temas.

    Paso a hablar sobre el tema principal de tu entrada. Puede parecer que ahora me contradiga con lo dicho anteriormente, pero considero que cada uno de nosotros somos un pequeño porcentaje de nuestra propia base ( definida por nuestro genoma vamos a decir ) y un gran porcentaje de nuestras experiencias vividas. Es necesario que la gente influya indirectamente en nosotros, sino no seríamos nada. Si uno automatiza su educación en un: dame info que me la trago tal cual... mal vamos. Cuando he criticado lo que decías y te he hablado de la subjetividad, lo hacia desde un punto de vista más amplio. Tú pretendes construir un mundo donde predomine la razón a otros valores, pero no todo el mundo tiene que llegar a la misma conclusión. Tu propia clasificación como genio ideal a aquel que cumpla a rajatabla tu forma de pensar solo me hace creer que te propones a ti mismo y a tu línea de pensamiento como la utopía ideal de un sabio.

    Por lo tanto, todo lo que se acerque a ti en cuanto a forma de pensar se refiere, lo considerarás mejor o peor según el grado de afinidad a tus ideas.


    Y con ello te vengo a decir que irremediablemente tu influirás a cualquier persona con tus ideas a la hora de enseñarles.
    Puedes enseñarles que el amor y la felicidad son reacciones humanas provocadas por x estímulos, y eso será un hecho. Pero luego tu argumentas la necesidad de eliminar los sentimientos y auto-estimular la mente para ser más felices.

    Tus ''aprendices'', los cuales habrán aprendido todos los hechos objetivos que les has enseñado, quizás discrepan en el hecho de que es posible simular a la perfección o incluso controlar las reacciones que recibimos con el amor, la amistad, la felicidad producida por la compañía con los demás, los buenos momentos... Yo, de hecho, discrepo totalmente en ese aspecto, y creo que tú no lo puedes ascender a una categoría mayor que a la de una opinión. ¿ Quién ahora está influyendo en los demás ?


    Yo soy un firme partidario de la auto-instrucción y el auto-aprendizaje, de que una mente se desarrolla mejor si recibe un trato adulto y en calidad de guía por parte de los más expertos, no como una fotocopiadora.
    Ojo, yo no defiendo el clásico sistema, sino sistemas en los que predomine al 100 % la acción del alumno sobre el profesor, es decir, sistemas en los que los genios puedan brillar sin límites y los profesores sean meros guías en ese camino.

    Es un placer escribir en tu blog, estando de acuerdo o no, admito que es agradable charlar con gente que piensa :).

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  6. @Pensador:

    Gracias por los comentarios, de nuevo. Coincido en que, no estando de acuerdo, hacía tiempo que no disfrutaba tanto discutiendo con alguien ^^

    Sobre el doble origen de un ser humano, plenamente de acuerdo. Sin embargo, es importante fijarse en que hablamos de experiencias vividas en general. No solo es educación aquello que nos enseñan directamente, conscientemente, otras personas. Mi idea es simple: deberíamos emplear nuestras experiencias personales, que otras personas no pueden controlar de ninguna manera, para certificar lo que nos enseñen los demás, para evitar que la gente nos engañe.

    Pero para ello, necesitamos tener claro qué es lo que nos están enseñando. Utilizando información parcial es fácil forzarnos hacia la idea de dios, por ejemplo. Es fácil guiar a alguien hacia ese concepto, y si se llega sin preparación, sin argumentos ni discusión, muy fácil aceptarlo (llevamos siglos haciéndolo). Sin embargo, si dispones de los argumentos (a favor o en contra), y de la opinión completa de aquél que te enseña sobre el tema, es mucho más fácil de manejar. Puedes buscar los fallos, puedes corroborar con nuevos argumentos, etc. Puedes "descubrir" cual es su definición exacta del concepto y ratificarla o atacarla, en función de lo que sabes y has vivido. De la otra forma, te influye de una manera más sutil, más indetectable, pero igual de fuerte y peligrosa.

    Lo de mi línea de pensamiento. He intentado mantener esta "filosofía" en su esqueleto. Tengo más o menos claro cuáles son las claves concretas que sí que puedo dar por casi seguras, y las utilizo como calibre para otra gente, en efecto. Pero son claves muy básicas, y todo aquello que tengo en discusión lo mantengo radicalmente fuera. Por ejemplo, la "destrucción" de los sentimientos no la puedo tener clara del todo, por lo que no la incluyo. Entender que los sentimientos son ideas y química sí, porque es bastante certero.

    Que de alguna forma estoy dando por hecho que tengo razón, pues es probable. Pero me gusta pensar que debo defender estas ideas con toda la fuerza posible. Si me equivoco, la "selección natural" ya me castigará. Pero si acierto tengo mucho más que ganar.

    Mi esfuerzo en cuánto a nuevas generaciones es, precisamente, no influirles en aquello que no tengo realmente claro. Darles las herramientas, la ciencia y la lógica, el lenguaje, y dejarles que estudien el mundo con esos ojos. No mencionar los sentimientos, no mencionar a dios. Y si deciden que son ideas útiles, estudiar sus conclusiones y aprender de ellos. Y si deciden que no lo son, si ni se las plantean, ratificar mis propias conclusiones y sentirme orgulloso de haber llegado a ellas, nada más.

    Para mí, esa es la manera de que todos sean genios, y de que todos puedan brillar. Omitir incluso el concepto general, siempre que podamos. Pero aquello que tenemos por certero... La manera de avanzar es que no tengan que reestudiarlo, pero que igualmente se lo replanteen y nos lo confirmen o nieguen.

    Saludos.

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  7. Pues si te soy sincero estamos hablando de lo mismo los dos, de dejar que cada individuo pueda decidir por si mismo, sin la influencia excesiva de los demás.

    Y teniendo en cuenta que en lo que no estamos de acuerdo admites que son opiniones y no los incluyes como ideas seguras, entonces apoyo tu método, porque me parece realmente muy bueno.

    Un saludo, te sigo leyendo ;)

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  8. @Pensador:

    Se agradece, uno hace lo que puede.

    Lo de leerme, no te esperes na avalancha de posts. Me voy quedando sin temas que tratar, poco a poco, así que la frecuencia sera baja. Pero sabiendo que hay lectores fieles...

    Muchas gracias ^^

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