2/10/10

Robots

En estos momentos, el mundo entero está deseante de ver los primeros robots para el público general, creyendo que serán "amigos virtuales" capaces de dar compañía y servirnos como esclavos. Y tal vez sea un buen momento para darnos cuenta de como somos nosotros mismos, antes de intentar crear alguien a nuestra "imagen y semejanza", que comparta todos nuestros aciertos y errores.


No es todo tan fácil como creemos. Tampoco tan complicado. Dentro de poco, puedo vaticinar con seguridad, se va a producir un importante boom en el campo de la inteligencia artificial. Buscando muy poco por Internet podemos observar que el "físico" de los robots no es problema. Tenemos ya una electrónica muy avanzada, y los movimientos de nuestras creaciones son cada vez más fluidos. El problema está en la mente. ¿Cómo lograr que su cerebro realice las misma funciones que un cerebro humano?

Como he dicho, el problema está en la mente. En nuestra mente, no me malinterprete nadie. Nunca crearemos robots "inteligentes", no nos engañemos, hasta que no demos cuenta de que significa "inteligencia". Mientras creamos que una persona que va en ayuda "humanitaria" a Mozambique en una gran persona, fallaremos una y otra vez. Lograremos robots cada vez más parecidos a nosotros, capaces de cometer muchos de nuestros errores y de imitarnos. Pero no serán inteligentes, simplemente porque el hombre no lo es.

Al centrarnos en crear robots con respuestas emotivas, damos por hecho que las emociones son el centro del ser humano. Su alma, para entendernos. Así que intentamos que nuestras máquinas se comporten como si tuviesen alma. Pero no la tienen.

Ni siquiera nosotros la tenemos.


La razón es el centro del ser humano. El lenguaje es el centro de la razón. Así que si quieres un robot humano, haz un robot que comprenda el lenguaje. Si le configuras frases predeterminadas, nunca las comprenderá, nunca creará las usyas propias, nunca podrá pensar en términos similares a los tuyos. Cuando tenga un lenguaje humanos, entonces será casi humano. Lo cual, por otra parte, es estúpido.

Porque suficiente tenemos con los humanos que tenemos, como para fabricarnos más.


Así que en vez de hacer el tonto, más nos valdría crear un lenguaje sintético acorde a nuestro nivel. Y luego, probarlo en máquinas. Enseñarlo en las escuelas. Cuando lo logremos, tendremos robots superiores, humanos superiores, y una comunicación fluida entre ambos.

Además, eliminando las palabras inútiles de nuestro lenguaje, eliminaremos sus ideas correspondientes. Analizando el lenguaje, nos daremos cuenta de muchos de los errores cometidos. Al enfrentarnos a la definición de dios, solo entonces, comprenderemos la estupidez asociada a esa idea. Lograremos avanzar a través del lenguaje.

Un lenguaje orientado a la ciencia, la comprensión del mundo, y a la filosofía, la comprensión del hombre. No orientado a quimeras inexistentes que no nos aportan nada, no orientado a dioses, almas, o sentimientos ilusos. No orientado a la belleza del arte, que solo se mueve en entre esas mentiras.

Un lenguaje orientado al arte de conocer, al arte de comprender y aprender.


La llave para crear hombres y robots, ambos máquinas realmente "inteligentes", al fin.

2 comentarios:

  1. Greezael, me gustaría saber qué lugar ocupa para ti la intuición, que yo considero que es una de las cosas que nos separa de los robots.

    ResponderEliminar
  2. La intuición, para mí, es la aplicación de la razón que no es segura. Vamos, cuando emitimos un juicio basándonos en analogías con lo que hemos vivido anteriormente.

    Por tanto, siempre que recordemos que es limitada y que se basa en una ciencia inexacta, puede ser una herramienta útil.

    Como he dicho, a día de hoy, lo que nos separa de los robots son nuestros fallos, más que nada.

    Gracias por comentar ^^.
    Saludos.

    ResponderEliminar