17/2/11

Muerte

Solemos temer a la muerte. Nos enseñan a temerla. El origen de este miedo no es ningún sentimiento, ningún temor real, ni ningún trauma. Es tan simple como selección naturalEn efecto, la selección natural también actúa sobre ideas y sentimientos, y esta es la causa de que estos se propaguen tan fácilmente. Entre ellos el miedo a la muerte.

Solo hay que pensarlo un poco, es obvio en realidad. Aquellos que tengan miedo a la muerte, que sean cautos, por tanto, tienen más posibilidades de sobrevivir que aquellos que se tiran contra sus fauces con valentía (o estupidez). Esto supone que maximizan sus posibilidades de tener descendencia y de, por tanto, transmitirle a ésta su forma de ver la vida, el sistema que les ha permitido sobrevivir. Al ser la principal y en muchos casos única referencia de los jóvenes, estos adoptan esta idea como propia, la imitan y respetan. Y así logramos que el 99% de la población coincida en una idea o sentimiento, sin planteárselo siquiera.


Por supuesto, ahora hemos evolucionado lo suficiente como para empezar a replantearnos las cosas, y este tema no debería ser tabú. La muerte puede ser una herramienta como cualquier otra, y no hay que temerla. La vida, por otra parte, es una herramienta aún más útil, y tampoco hay que desperdiciarla. Sin embargo, permitir que la muerte de una persona afecte a todo su entorno hasta el punto que permitimos hoy en día, es una verdadera falta de respeto a esta propia vida. Una manera de desperdiciar la vida de otros.

Por poner un caso concreto. Yo también moriré, más tarde o más pronto. La visión que tengo de este hecho es la de un contratiempo, pues no podré seguir pensando por mi mismo, y no parece haber gente interesada en continuar mi humilde trabajo. Sin embargo, también soy consciente de que podría ser la manera de "invitar" u "obligar moralmente" a  alguien a retomar esta filosofía. Por tanto, en general, decido aprovechar la vida mientras pueda, sin asustarme por la muerte (podría llegar a ser una especie de "martirio" que impulsase mis ideas).

Y ya para terminar, mencionar un detalle. En vida, lo único que estoy produciendo de calidad son mis ideas. Ideas que se enfrentan a la tara de mis "obligaciones sociales", impuestas por el mundo, y que no me permiten dedicarme al pensamiento a tiempo completo. Así pues, la muerte puede llegar a depurar estas ideas, favoreciéndolas. Yo elijo la inmortalidad, pues, ya que con al muerte mis ideas sobrevivirán, probablemente. Mis sentimientos no, pero yo ya no soy sentimientos. Esos son solo mis errores, y con su muerte, con la muerte del cuerpo, debería incluso perfeccionarme a mi mismo.

4 comentarios:

  1. Es probablemente uno de los comentarios más interesantes en todo tu blog. Francamente.

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  2. @Hyde: Me alegra que te guste. Son muchas cosas juntas, pero me parecía que tocaba.

    Saludos, y gracias por comentar.

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  3. Hombre, creo que el instinto de supervivencia, es absolutamente necesario para evitar complicaciones. Pero tambien creo que se debe acabar con el pánico a la misma. El pánico nos hace menos intelectualmente libres. Existe la muerte, hay que asumirlo y no dejar que el miedo a ella nos quite nuestro trabajo en la vida.
    En un sentido distinto al tuyo creo que es más honrado para la memoria de alguien lo siguiente: Más que unas exequias enormes, que en nuestra vida les recordemos con nuestras acciones. Yo por ejemplo quiero ser linguísta y profesor de lengua, y espero que mis acciones como profesor honren a esa maravillosa maestra que tuve Alicia T.
    Lo que es terrible es que los que se van, se lleven con ellos (les impidan continuar) a los que todavía no se han ido.

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  4. @Hyde:

    Creo que lo estamos viendo desde puntos de vista ligeramente distintos pero, en efecto, compartimos la misma opinión ^^

    Gracias por comentar.

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